Amenábar, nunca debiste salir de malasaña...

Tal como reza el título de esta entrada, Amenábar nunca debió salir de su barrio, para mudarse a las colinas de Hollywood, y encima pretender que nadie dijera nada al respecto, y siguieramos apostando por su cabecita, haciendo alarde de ese patriotismo absurdo que nos entra a todos cuando se nos toca a algún 'icono' de nuestra españa cateta.
Hace unas horas decidí ir a ver Ágora: La última de tan entrañable director (casi para culturetas gafapastas, si no hubiera sido tan pretencioso), y no me arrepiento, porque así puedo despacharme agustito y con pleno conocimiento de causa...y ahora que digo causa, empiezo a pensar que Amenabar es una de esas causas que denominamos perdidas...
Nadie recordará 'Ágora' como una gran película, ni como una gran historia, ni como una obra de culto (como se han atrevido a decir), ni como lo mejor de Ámenabar, sino como el segundo tropiezo de aquel director que se perdió en el camino, puestos a ponernos drámaticos. No sé que pasa ultimamente a los directores y guinistas españoles, que hacen de grandes historias (como ya pasó con A la Triste), aunténticos despropósitos, y aunque la última de Amenabar, sea entretenida y llevadera, no acaba de llegar al corazón del público, demasiada super-producción...Y es que Amenábar, no es para Hollywood. Nunca debió salir de aquellas historias que te ponian los pelos de punta...como Tesis, su gran obra, o incluso Los Otros...

Solo espero que se de cuenta, y vuelva a casa. Aunque las luces al otro lado del charco, deslumbran a propios y a extraños....

Lo único a favor que he encontrado es el cartel, me parece sublime....