Pensaba hacer una especie de prólogo para no entrar a cuchillo así en frio, pero a quién quiero engañar, lo mio nunca ha sido la diplomacia.
Me gustaría saber qué se les pasa por la cabeza a todas esas niñatas que van de modernas atropelladas a lo old-school, cuando fingen ser clubbers delante de la cabina de algún Dj de pacotilla, y lo único que hacen es poner muecas y poses absurdas para salir bien en las fotos al dia siguiente; Dónde han quedado aquellas noches de juerga y mandanga, dónde no existia maquillaje que aguantara tanto sudor, ni reporteros a pié de pista, ni etiquetas. Solo música y muchos descerebrados juntos.
Ahora no hay quien salga de casa.
Tanto tattoo, tanto septum, tanta vans, tanto chalequito, tanta tachuela, tanta mierda acaba por marearme. Niños y niñas que solo piensan en molar, y molar, y molar, pasándose por el forro de los cojones cualquier tipo de principio, sin dejar rastro de personalidad. Quizá nunca la hayan tenido. Hardcoretas, emos, bakalas y poperas venidas a menos, que su único objetivo es cazar al moderno de turno, pasando por encima novias, o si es el caso, de madres y abuelas: En resumen, como dirian en mi antiguo barrio, El Bronx, malditas estúpidas zorras blancas.
Carne de cañon para caníbales como yo.
He dicho.
Amor y paz, gente.
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