Aquí estoy como prometí ayer, dispuesta a resolver la intriga que por lo visto suscitó mi comentario de ''personas que nunca debí haberme cruzado en mi camino": He de reconocer, que no es para tanto. Cruzarte a alguien indeseable, es probablemente la manera de detectar que es lo que no quieres que forme parte de tu vida. Hay un tipo de personas a las cuales detesto, (ya...ya se que a lo largo de mi trayectoria en el blog me he reido de muchas tribus, y de muchas personas, pero esto es diferente), sobretodo en estos últimos tiempos, dónde existe una realidad que hace aflorar los verdaderos problemas. Algunos me llamaran demagoga por esto, pero en un pais donde hay millones de familias al borde de la pobreza, una juventud denostada por el paro, y ninguna esperanza para el resto, que una persona con casa, trabajo y amigos se dedique a lloriquear y a autocompadecerse porque no es el centro del universo me parece una gilipollez. Me explico: Hay personas que lo tienen todo, y que tienen como aficion sentirse desgraciados/as simplemente porque eso les hace ser el epicentro de la vida de otros. Personas que se dedican a crear y vender odio, gratis. Personas que objetivamente podrian ser felices, pero que un dia decidieron lo contrario. Personas que ocupan su tiempo libre a hacer de dominio público lo victimas sociales que son. Personas que adoran verse en fotos y que luego son incapaces de querer a otros/as. Este tipo de gente, me produce muchisimo rechazo, porque supuran tanta negatividad, que al final expulsan azufre por la boca, y terminan por matar a cualquier organismo vivo que se encuentre a menos de 10 km de ellos/as, como si de ciclón b se tratara.

Afortunadamente para mi, a lo largo de mi trayectoria como ser humano en la tierra (me encanta esta expresión), solo he visto de cerca dos casos como éste, y es por esto que huyo totalmente de este tipo de gente. Me levanto todos los dias, desayuno, le doy los buenos dias a mi novio, y me voy a trabajar, durante el dia trato con muchisimas personas de todo tipo, acabo mi jornada laboral, y mi novio me espera en la puerta para ir a casa, cenamos, cepillamos al gato, y vemos alguna peli en la cama, y os aseguro que no hay minuto en el dia que no me sienta afortunada de tener un trabajo, una casa con suelos de mosaico y una persona con la que compartir todo eso.

El optimismo no hay muerto, nunca lo ha hecho.

Comentarios

  1. me gusta lo que escribes, no te conozco de nada, pero por tus palabras puedo identificarme (?) en lo que dices, además tus entradas son muy divertidas y las imágenes también. Yo tb resumiría mi cotidianidad así (cambio gato por perro) y la verdad es que es agradable la sensación de valorar las cosas buenas y quedarse de ese lado. Espero que sigas escribiendo!

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