Dicen que los treinta son los nuevos veinte, me han llegado a decir, incluso, que son los nuevos quince (pronto serán los nuevos 'aunnohasnacido'), que si la edad es un numero, que si la edad es relativa, que solo es una fecha en el dni...que los treinta es el inicio de lo mejor, que si estás en la flor de la vida. Que si para tener treinta estás muy bien. Que si tu putamadre tal.
Pero cuando llega el momento, estás jodido. Y esto no hay dios que lo discuta. Ya no eres joven, oficialmente joven, pero no porque tu no quieras ni te sientas, sino porque alguien ha decidido que "ya no tienes edad" para serlo.
Y absurdamente empiezas a comparar la vida que pensabas que tendrias con treinta cuando tenias veinte, con la vida que tienes, o que te han dejado tener. Y claro, ya sabéis lo que dicen...
Y aquella famosa cita de "Vive rapido, muere joven, y deja un cadaver bonito" empieza a no tener sentido, solo que...efectivamente, estás viviendo tan rápido que apenas te das cuenta, y ya no te da tiempo a morir ni bonita, ni joven, ni hostias.
Los problemas no te afectan como antes, y ya no te preocupa tanto quedarte sola en casa un sábado por la noche, porque el unico drama que hay en tu vida es que no te llegue el cable del cargador a la cama para poder conectarte a Tinder.
Arroz, no oyes otra cosa. Arroz. Arroz everyday, everywhere. Que se te pasa el arroz. Que se te va a pasar! Que se te esta pasando! (Saludos a mi madre). Porque estar soltero con treinta es como poco peligroso. Sobretodo para tu integridad moral. La gente de tu quinta se empieza a casar, a tener hijos, a dejar de salir...y ahi estás tu, rodeada de dos tipos de amigos, maricones o destruidos como tu.

Pero qué coño.

Has dejado de creer en el amor a primera vista, y en las historias de ciencia ficcion, y aunque las resacas te duran tres dias, las decepciones que antes te tenian semanas y semanas despierta, ahora duran lo que tardas en ponerte los pantalones pitillo. Hombres. Necesarios y prescindibles al mismo tiempo. Ya no te pones nerviosa en las citas. Estás en otro nivel. El nivel que da la confianza en una misma. En el nivel de sufrir solo por cosas importantes.

La crisis de los treinta no es más que un cúmulo de pensamientos negativos que te vienen a la cabeza una semana antes del gran dia.

Una creación malvada de una sociedad obsesionada por el paso del tiempo.

Los treinta es lo que pasa entre que te pidan rollo echándote el humo en la cara, y cotizar en la seguridad social.



Y después de pasar por todos los estados de ánimo posibles: depresión, euforia, comprarme todo tipo de cremas, de noche, de dia, he de decir, que estoy encantada de conocerme. De haberme conocido durante treinta años, y de haber vivido como me ha salido del coño. No me he sentido mejor conmigo misma en la puta vida. Y cuando me miro al espejo, lejos de invadirme un sentimiento de duda constante, solo me dan ganas de aplaudirme, y gritarme a mi misma "Gracias por todo". 

Porque como dicen por ahi, el cuerpo a la tumba, cuanto más lijadito mejor.

Y que de crisis nada.





















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