Hay gente que dinamita cosas. No me refiero a cosas físicas, que también. Hay gente que tiene miedo a ser feliz. Hay gente que simplemente tiene miedo. Mucho. De todo. Si, como leéis...

La felicidad es para muchos algo aterrador porque puede volverte vulnerable a infinidad de cosas. La mayoría de nosotros entiende ésto ultimo como un signo de debilidad, cuando en realidad no lo es. Me he cruzado con personas en mi vida que no soportaban ser felices: "Me estoy sintiendo demasiado bien...mmm, espera, voy a dinamitarlo!! Si, prefiero vivir en la mierda." O gente que nunca ve el momento para serlo: "Ey, espera, creo que no es el momento. Demasiado pronto." Otros en cambio dan una importancia bastante extrema al hecho que de una persona sienta cosas por ella: "Buah, este tío esta loco del cipote, me ha dicho que me quiere, bueno, que le gusto mucho, y apenas me conoce"

¿En serio? Si. Así es.

No sé si es que estoy loca, pero es que a mi me motiva mucho ser feliz, que me quieran, y todo eso. Me sube mucho la idea de pensar que alguien esta loco por hacerme sentir muchas cosas y de quererme muy fuerte.  Mmm, a mi es que el tema este de que te traten como basura blanca pues no. Ya he pasado por esa época, asique no puedo entender ese miedo de algunas personas a llevar una vida de puta madre.

Lo que no voy a negar es que todos tenemos ciertos miedos. Nos cuesta mucho decir las cosas, mucho más que sentirlas: Cuantas veces nos hemos enamorado de alguien y no lo hemos verbalizado hasta que ha pasado X tiempo? Pues muchas, seguro... (o porque en tu cabeza era muy pronto, o porque pensabas que no era correspondido, o vete tu a saber). Y es que resulta que tenemos la puta manía de ponerle fecha a todo. Yo la primera.

Hace unos días, tuve una conversación con un buen amigo que me hizo pensar sobre todo esto. Mucho. Al contarle mis movidas, o lo que es lo mismo, mis teorías absurdas sobre cosas que me están pasando, salieron de su boca unas sabias e inesperadas palabras que me es imposible reproducir literalmente, aunque más o menos fueron las siguientes:

"Pero vamos a ver, cuando es pronto? cuando es tarde? Quien coño decide eso? El tiempo es tan relativo...¿Cuanto necesitas para enamorarte de alguien? Un ida? Dos años? Cuando es el momento adecuado? Quizá nunca lo sea, o quizá si... Que es enamorarte? Enamorarte es no querer follarte a  otras personas, no hay más"


El caso es que colgué el teléfono y me puse a procesar toda esta información...porque a mi me va mucho esto de comerme la cabeza de vez en cuando, cada día menos eso si, pero a veces te pones a pensar y es flipante la cantidad de jilipolleces que se le pasan a una por la mente.

Os contaré algo...

Hace algún tiempo, después de una relación bastante larga, a la par que frustrante, decepcionante, y muchos mas adjetivos que acaban en -ante, a la semana de haberle dado finiquito a seis años de relación, me enamoré locamente de otra persona, enamorarme nivel vivir con él a los quince días de habernos enrollado por primera vez...enamorarme nivel no acordarme de aquella tortuosa relación. Unos decían que era imposible, otros decían que era muy pronto. Quizá lo fuera. Pero como ya dije hace un par de años en este mismo blog: Uno no elige de quien se enamora, ni cuando, ni porque. Pasa. Sin más...Puede que salga bien, puede que salga más, pero las decisiones que salen del coño, son siempre las buenas. Siempre se me olvida. Maldita memoria.


Nos vemos tan condicionados por el pasado, y pensamos tanto en el futuro, que muchas veces olvidamos que lo que cuenta es el ahora. Y que ser feliz, probablemente no tenga hora, ni lugar, ni nada. Que la vida es demasiado corta, y nos estamos haciendo viejos. Que las cosas pasan una vez, y que lo que no vivas ahora, quizá no lo vivas nunca más.

Comentarios

Entradas populares