La vida te da y te quita

Decía yo: Hasta la próxima semana. Y pasaron siete largos meses. Bueno, más bien cortos, porque a mi se me pasa todo volando. Es lo que tiene ser cada vez un poco más vieja. Que hace unos días ya cumplí los 33. Y no seré yo quien caiga en el tópico más tópico del planeta, diciendo lo bonita que es esa edad, y quién murió con ella. Venga.

Me sorprende que este Blog siga teniendo visitas, en serio, me alucina. Será que aquí hay salseo para rato, sobretodo si me conoces un poco, o simplemente si lo lees de principio a fin. Lo que me gusta a mí rajar, hacer trajes a medida, hacer camas, y eso. O es que la gente es muy cotilla, que también. Que nos gusta a todos, como dice la pringada, una miseria humana. He de decir, que antes de existir la pringada, cuando ella aún era un bebé, yo ya era una Hater, y que eso de ¿PREGUNTO? no es exclusivo de la generación X, eso está más pasado que Oto Vans. No es por nada.

La vida. La vida te da y te quita. Eso es una verdad universal. Es dogma. Lo que pasa es que con algunos se ceba quitando. Como a mi. Pero a dia de hoy, me alegro que me haya quitado tanto, no voy a ir ahora de víctima. 

Y esto lo digo, sentada en mi propia casa: O-JO! ¡Mi propia casa! Que pago religiosamente cada mes gracias a un trabajo que me gusta...O-JO! Y es que a veces voy andando Diagonal arriba, y pienso: "Parece que fué ayer, que le pedías a tus padres 30 euros para irte de After al Buenavista. 

Es lo bonito de la vida. Que creces sin darte cuenta. Bueno, lo justo y necesario para levantarte una mañana y decir: SOY ADULTA. 

No siempre he llevado bien esto. Hubo un punto de inflexión en mi vida. Y fué cumplir 30. Yo creo que el cuerpo humano está diseñado para empezar a cansarte de cosas una vez pasas la barrera de los 29. Te cansas de salir. Te cansas de ti mismo. Te cansas de los gilipollas.

Es así.

Como decía, que paso por aquí poco o nada, lógico y normal, y no es que no tenga tiempo, es que lo que no tengo es muchas ganas de dar explicaciones. Muchas veces pienso en como las redes sociales han cambiado nuestras vidas. Yo siempre he sido muy cyber, aunque no he nacido con eso. Desgraciadamente, nuestra generación ha crecido en paralelo con este monstruo que es Internet. Hemos tenido que aprender al mismo tiempo cómo gestionar toda esta mierda. Y realmente pienso que lo hemos hecho muy mal.  y me doy cuenta que nadie nos ha enseñado a manejar esta herramienta tan potente. Me da miedo, el día que tenga descendencia (si es que la tengo, aún lo estoy decidiendo) cómo voy a educar a mi hijo en relación a todo este lio...ya lo pensaré más adelante supongo. No es cuestión de angustiarse antes de tiempo.

A mi las redes sociales me han quitado, más que dado. Y mi nivel de exposición ha sido alto, muy alto. Nadie me ha obligado. Pero no he sido plenamente consciente hasta hace relativamente poco. 

Curiosamente, la red del momento, Instagram, es una de esas herramientas que hace que te expongas de una manera brutal, y es curioso, como a través del feed de alquien, puedes darte cuenta si lo ha dejado con su pareja, si han discutido, si le va bien, si se va de viaje, con quién sale, con quien entra, en fín, a veces no hace falta poner el Sálvame para ver un buen salseo. Instagram es un auténtico reality, y lo mejor de todo es, que todo el mundo damos contenido gratis.

Pues hasta aquí hemos llegado. 

Hace meses dije: Voy al volver al Blog. Voy a volver a contar cosas aquí. Y creo que voy a poder conseguirlo. Aunque ya no prometo nada. Porque no tengo la palabra muy firme en estos momentos.

Me he saturado de las redes sociales. Ya no me motivan. Siempre he sido más de exponer que de stalkear. A mi la vida de los demás me da un poco igual. Me interesa la de muy poca gente. A veces hasta me da un poco igual la mía. Soy más de estar en la sombra. De comunicar cosas de lo más random y pasar un poco de todo.

Quería hablar de más cosas. Pero imposible hacer un download cerebral de todo lo que manejo ahí arriba en una sola entrada.

#HASTALUEGOMARICAMEN.