ALGO SE PERDIÓ EN NUEVA YORK




Algo se rompió en Nueva York, aunque quizá ya estuviera roto y no quise darme cuenta.

Paseando entre edificios que nunca acababan, sentía que el fin me aplastaba. Nunca supe con certeza como acabaría algo que yo creía indestructible. Pero si hubo un momento en el que supe que todo había llegado a un punto de no retorno. Ese punto en el que no hace falta decir nada.
Tantos meses sola sirvieron para amortiguar el drama. No sé si el tiempo es el olvido, lo que si  sé seguro, es que la distancia es un arma nuclear, capaz de acabar con cualquier cosa.

A veces cuesta deshacerse de lo que uno tiene, por miedo a no poder llenar un vacío, que por las ganas reales de tenerlo. 

Es difícil asumir el fin de algo, sobretodo de una relación en la que has apostado lo que no tenías. Cuando dejas todo por perseguir a algo o a alguien, te das cuenta de lo poco que te ata un lugar, una ciudad y que al final, son las personas las que te hacen sentirte en casa, o fuera de ella. 

Hace casi tres años que vine a Barcelona, fué una decisión difícil, y aunque las cosas no resultaron como esperaba, seguramente fué de las mejores decisiones que he tomado nunca. Muchas veces pensé rendirme, pero en el fondo sabía que si lo intentaba un poco más, tendría mi puta recompensa. 

Llegué a Barcelona persiguiendo el amor, y será el amor lo que haga que me quede.

Nunca existió mejor motivo para algo.

Comentarios

Entradas populares